La nueva premio Universidad de Concepción de la carrera de Periodismo, Alejandra Herrera, vive hace más de una década en Penco, tiene 24 años y, durante su adolescencia, pensó en una variedad de opciones para iniciar sus estudios universitarios, decisión que para ella no fue fácil.
Sin embargo, después ingresar a la carrera, esta le permitió situarse en un lugar donde “podía ejercer laboralmente desde muchas áreas gracias a su versatilidad y no solo en medios de comunicación como inicialmente pensaba”.
“En general, siempre he sido una persona dispersa, con muchos intereses y actividades”, agregó. Fue así como su primera opción fue Tecnología Médica, una profesión muy alejada del periodismo. “Recuerdo que en el colegio teníamos que elegir el electivo, y yo elegí el área biológica, pero no estaba segura de mi decisión. Estuve una semana en el electivo y me cambié al área humanista porque sentí que debía hacer ese cambio, sabía que me podría arrepentir”. Ya estando en esa rama Alejandra se sintió “más conectada y encantada” con la materia.
Conexión con la danza
A pesar de tener un área más clara, a Alejandra siempre le apasionó la danza, hasta el día de hoy. “No sé si todos tendrán esa ‘carrera frustrada’, pero para mí al menos, lo fue estudiar danza. Fueron varias las razones por las que no continúe este camino: las complicaciones económicas con todo lo que implica irse a Santiago, considerando que, además, tienes que dar una prueba de audición, además de la PSU. En mi casa tampoco era una idea muy bienvenida al no ser una carrera convencional. Finalmente lo descarté y después de eso, quedó la clásica decisión entre derecho y periodismo”.
¿Cómo fue que pudiste relacionar la danza con el periodismo?
“En un principio, entré a Periodismo con una concepción más tradicional, vinculada a los medios de comunicación, sin saber aún que era una carrera tan versátil”. Si bien fue algo que descubrió a medida que iban pasando los años, esto le ayudó a acercarse a sus intereses más artísticos. “Empecé a ver cómo se abordaba la cultura en distintos medios y organizaciones. De alguna manera, la danza siempre ha estado conmigo”, agregó.
Después de realizar su práctica profesional en el Diario El Sur, en la sección de Espectáculos, Alejandra encontró un nuevo desafío: comunicar la cultura. “Una obra en sí es mucho más de lo que se anuncia en los medios solamente. El recorrer las historias de las autoras y autores, conocer qué los motiva, sus inspiraciones, sus contextos y el mensaje que hay detrás de sus creaciones. Es un desafío, para mí, hacer un periodismo que le dé valor a la cultura, que no sea únicamente publicitario”. Fue así que “acepté que quise estudiar danza, pero vi una oportunidad de contribuir en ella desde el periodismo”.
El Premio Universidad de Concepción otorga una beca para cursar un programa de posgrado en la misma casa de estudios con un plazo máximo de dos años para hacer válido este reconocimiento.
Alejandra pensó en iniciar sus estudios en 2025. “quería enfocarme en encontrar un trabajo estable y adquirir experiencia, lo que ha sido un proceso más lento de lo que pensé, pero que finalmente pude conseguir. Considerando que también hay muchas oportunidades en Santiago, y que los cursos son presenciales, luego de conversar con personas importantes para mí, decidí que es mejor cursar el magíster el próximo año”.
Sobre la oferta de programas, ¿cuál es la que más te llamó la atención?
“Me gustaría cursar el Magíster de Arte y Patrimonio. Primero, porque creo es un ámbito trascendental en los espacios que habitamos y porque es algo que es parte de mi vida, de alguna manera. Y también, porque me gustaría realizar alguna investigación orientada a las artes escénicas. De hecho, hay una profesora en la Facultad de Humanidades, Patricia Henríquez, quien tiene una línea de investigación en teatro penquista. Entonces, ¿por qué no hacer lo mismo, orientado a la danza?
Antonio Alcayaga